La auditoría laboral es la actividad que realizada por una persona cualificada e independiente analiza y revisa la situación jurídico – laboral de una empresa. Verificando, mediante el estudio de la documentación e información aportada por la propia empresa, el grado de cumplimiento de la legislación vigente en materia laboral y de seguridad social, a fin de que se pueda conocer y valorar dicha información por terceros.
En primer lugar a los directivos y administradores de la propia empresa, porque el resultado de la auditoría les indica si la dirección y control de aquella se ha estado llevando de forma eficiente, al propio tiempo que les proporciona datos fidedignos para la toma de decisiones.
Los propietarios y accionistas mayoritarios tienen su interés especial, porque es una forma de asegurarse que la dirección y el control del negocio se lleva de forma eficiente y de acuerdo con lo procedimientos establecidos y legales.
A los posibles inversores de capital en la empresa y entidades de crédito, porque para invertir en acciones u obligaciones de la compañía o para estimar el valor de compraventa, necesitan conocer información de confianza, que permita saber el riesgo de esa compañía.
La administración pública, está interesada en conocer la situación laboral de las empresas cuando pretenden optar a un concurso de obras o suministros, en cuanto se les acredita que reflejan el cumplimiento de los deberes laborales.
En los procesos judiciales en los que se discuta el valor de la empresa o se trate de comprobar la posibilidad de irregularidades de las mismas, casos como valorar herencias, casos de ventas, separación de socios, asociación y fusiones de empresas, puede resultar de utilidad la realización de una auditoría, total o parcial según los casos.
Personal trabajador al servicio de la empresa también puede tener interés legítimo en disponer de información de la empresa en que trabaja en conocer el aspecto laboral y cumplimiento con la seguridad social (ver comités de empresa)